Se supone que desde que el ser humano camina parado hace cientos de miles de años, estamos inventando, explotando las oportunidades que nos ofrece el entorno, y sobreviviendo la dura realidad que vivía.
Desde entonces, estamos continuamente desarrollando y mejorando nuestra manera de vivir con nuestro entorno y con otros, evolucionando nuestras herramientas, maneras de pensar y conectar, facilitando la existencia, cada vez de manera más acelerada y eficiente, con el objetivo de superar obstáculos, mejorar situaciones, cambiar el pensar y el hacer, ser mejores y hacer que estemos mejor.
Por ahí viene el asunto del título, ya que no existe ningún otro ser en este planeta capaz de crear y solucionar, como el ser humano. Por ello, empecemos diciendo que solamente las personas somos capaces de emprender.
Entendiendo que emprender implica solucionar, crear, mejorar, innovar, construir, arriesgarse, esforzarse, materializar, y en general poner en marcha una idea, quisiera dejarles una definición de referencia, para explicarles de qué va eso de emprender:
Diccionario de la Real Academia Española
“Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.
El emprendimiento termina siendo algo de lo cual se empezó a hablar en el siglo XVIII, pero que es natural al ser humano desde que existe como humano. Se pudiera decir, y lo he escuchado en varias oportunidades, que: “lo que no hizo Dios, lo hizo un emprendedor”.
Visto de esa manera, debemos decir que el ser humano ha venido emprendiendo nuestra sociedad desde sus principios, sin siquiera saber que lo estaba haciendo. Quizá entonces, antes de que tuviera ese nombre, a los emprendedores, los llamaban visionarios, pioneros, innovadores, apasionados, arriesgados, tercos o simplemente locos.
Volviendo a nuestra realidad en 2021, no existe todavía una definición de emprendimiento que sea universal y absolutamente pacífica, por lo que propongo la mía para justificar el artículo y ayudar a la comprensión de lo que sigue:
Emprendimiento según Carlos H. Brandt
Capacidad del ser humano de apostar a sus talentos, y convocar los recursos necesarios para explotar una oportunidad y/o solucionar una necesidad, materializando y ejecutando una idea.
Si les parece interesante mi visión y la comparten, estarán de acuerdo que los componentes relevantes de mi definición son los siguientes: talentos, ideas, oportunidades / necesidades y recursos.
En este punto no quiero dejar de mencionar que el hecho de emprender está íntimamente aparejado con la realidad de fracasar, ya que, como se imaginarán, si fuera fácil emprender, lo harían todas las personas. Más aún, si estuviera garantizado el éxito al emprender, no existiría otra manera de vivir. Por ello, es muy importante que separemos el hecho de emprender, del concepto de tener éxito al emprender.
Las estadísticas más conservadoras determinan que de cada 1000 proyectos que arrancan en el mundo, alrededor de 800 fracasarán. Las razones por las que se llega al fracaso también están muy estudiadas y analizadas, pero dejaré esas explicaciones para otra publicación. Lo cierto es que lo más seguro al emprender es que se fracasará. Y teniendo eso en cuenta, debemos valorar y celebrar a quién logra tener éxito en su idea.
Volviendo un poco a mi definición, quiero resaltar algo, que aunque parezca trivial e intuitivo, no todos lo captan, y es el hecho de que para emprender, debe arrancarse por el talento no por la idea. Así, será muy fácil comprender que si haces lo que sabes hacer, que debe ser lo que te gusta y quizá te apasiona, si tienes las habilidades, dones, destrezas y fortalezas necesarias para llevar a cabo tu idea, es probable y posible que cumplas los objetivos que te propones como emprendedor y tengas éxito.
Aquí el tema clave, es que todos tenemos ideas, y las ideas valen absolutamente cero (0), lo que vale es la ejecución. De allí que refuerce el tema de que emprender es una capacidad de ejecución, no de ideación; es una acción que explota una oportunidad y/o soluciona una necesidad.
Ahora, tratemos de imaginar un mundo sin emprendedores. Muy difícil pensar en nuestra sociedad actual sin todo lo que damos por sentado que se le ocurrió a alguien, y que además logró materializarlo de manera tal que hoy lo asumimos como básico: ropa, comida (sembrada, procesada, transportada y entregada), lenguaje, electricidad, medios de comunicación, medicinas, herramientas, armas, transporte, infraestructura, arte, deporte, etc., etc., etc.
Me quedo tranquilo si al finalizar la lectura de este texto, he logrado transmitir la importancia que tienen los “locos” que emprenden en nuestro mundo y lo arriesgado, pero indispensable, que es emprender, y de qué va eso de emprender. También descansaré en paz si recuerdan que la idea no es lo más valioso, sino los talentos capaces de materializar y ejecutar esa idea.
Me despido agradecido por su interés y tiempo de lectura, por los comentarios que quieran dejarme para iniciar la conversación, así como por su gentileza en compartir este, mi primer artículo del blog de chbrandt, con quién usted considere que le sea útil.
@chbrandt
Gracias Carlos! No solo por recordarnos cuán necesarios son los emprendedores, si no también por recordarnos que es una Bella mezcla de talento y trabajo. Un abrazo.
Increíble tu primer artículo. Me encanto y capte fácilmente el mensaje, soy un@ de las loc@s. Así que seguiré insistiendo en mis desarrollar mis ideas.