No se trata de vender, se trata de sorprender, enamorar y generar emociones que superen el valor del producto. Para ello enfócate en el cliente
Ya no basta vender, hay que enamorar.
Ya no basta vender, hay que enamorar.
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No se trata de vender, se trata de sorprender, enamorar y generar emociones que superen el valor del producto. Para ello enfócate en el cliente